¿Qué es la Catequesis?

Este término no aparece en el Nuevo Testamento, que conoce sin embargo el verbo katechein, literalmente «resonar, hacer eco ». Este primer significado etimológico hace comprender que la catequesis es como la resonancia de una palabra ya dicha, la de Dios. El verbo tiene también el significado de instruir de enseñar de viva voz, de contar (cf. 1cor 14,9; Gál 6,6). Es una acción eclesial que entra en el ministerio más amplio de la Palabra de Dios.

 

Aquí es posible distinguir un primer momento de anuncio, expresado por verbos como krazein (gritar), kervssein (anunciar pregonar), euallgelizein (evangelizar): martvrein (atestiguar), y un segundo momento de explicitación y de profundización en el que es posible captar la función propia de la catequesis, cuyo fin es que la fe, ilustrada por la doctrina, se torne viva, explícita y activa tanto entre los niños y adolescentes como entre los jóvenes y también los adultos.

                                                                          

Se entiende por catequesis una forma de evangelización de los cristianos. Una acción de la comunidad eclesial, una acción de la Iglesia que acompaña a toda la vida y que está siempre en relación con la situación concreta de los hombres, por medio de la cual sus miembros se capacitan para comprender, celebrar y vivir el mensaje evangélico, y para participar activamente en la realización de esta comunidad y en la propagación del evangelio.

 

Se entiende la catequesis como camino al conocimiento de la fe y como iniciación en el seguimiento de Cristo. Tiene que estimular una conciencia crítica, para que los cristianos sepan colaborar en la renovación de la Iglesia y en la transformación de la sociedad en sentido evangélico. Así pues, la catequesis se presenta como "un acto de educación en una fe madura" (A. Exeler).

 

Entre los documentos del episcopado italiano debe señalarse La renovación de la catequesis, promulgado el 2 de febrero de 1970 como documento pastoral de su magisterio, sobre la catequesis y la recopilación de los nuevos catecismos. La Asamblea plenaria de la Conferencia episcopal española de febrero de 1976 se dedicó a fondo al tema del Catecismo para preadolescentes, y en el mes de junio de 1976 se aprobó un Manual del educador para catequistas; en 1979 se publicaron también unas Orientaciones pastorales sobre la enseñanza religiosa escolar.


M. Semeraro